Esta investigación aborda lns relacio;,es entre ln mine:-:a, el conflicto y la comunicación en el caso de Catalina Huanca Sociedad Minera SAC y las comunidades ayacuchanas de Taca y Raccaya durante el periodo 2013-2014. Para explicar este fenómeno social se ha utilizado el diseño metodológico cualitativo y sus técnicas: entrevir.ta a profundidad, análisis documental y mapeo de actores. Entre los hallazgos más importantes, destacamos el hecho de que los conflictos socio ambientales que se presentaron en el entorno de la empresa minera Catalina Huanca durante el periodo 2013-2014, estuvieron marcados por el uso inadecuado de los sistemas de comunicación, ya que la percepción de los comuneros es que esta empresa apela al engaño para obtener sus propios beneficios. En la última década, lo:: confiictos socio ambientales sa han intensificado a lo largo de todo el país, con repercusiones de diversa índole. También vemos cómo en los procesos de resolución de estos conflictos destacan los espacios de diálogo entre las empíesas mineras y las comunidades campesinas de su entorno, haciendo posible la prevención y solución tan anhelados por los actores involucrados.
El tema es importante debido a la larga tradición minera del país y su contribución a la generación de divisas necesarias para mantener el equilibrio macroeconómico. Sin duda, el sector empresarial minero es apreciado y considerado por varios grupos de la sociedad como el motor del crecimiento de la economía peruana, pero tampoco podemos pasar por alto las demandas de grandes sectores de la sociedad por una actividad minera socialmente responsable. La presente investigación tiene algunos antecedentes en el espacio nacional. Existen trabajos sobre minería y conflicto social en estudios de casos de algunas empresas extractivas cuyos conflictos desembocaron en violencia y son considerados como ejemplos para la investigación que se va a realizar. Este es el caso de la investigación realizada por la organización internacional Oxfam América que lleva por título «Conflictos mineros en el Perú: condición crítica». El estudio da cuenta de cómo es que el gobierno peruano podría tener mayor capacidad de regular la industria minera a fin de manejar constructivamente los conflictos locales, puesto que las comunidades campesinas no confían en que el gobierno vaya a dar solución a sus problemas e inquietudes. [11] De igual forma está el estudio de Alfredo Dammert Lira y Fiorella Molinelli Aristondo, cuyo trabajo se titula «Panorama de la minería en el Perú», aquí se tiene una visión general de la minería en nuestro país, las políticas ambientales, de seguridad e higiene y el tipo de legislación para con las comunidades campesinas a través del proceso de extracción.
También está el trabajo de investigación de Martín Tanaka titulado «Minería y conflicto social», donde se manifiesta que la inestabilidad generada por los conflictos plantea serios problemas de gobernabilidad y tiene consecuencias económicas y sociales que pueden mermar seriamente las perspectivas de desarrollo sostenible en el país. Asimismo, está el estudio de casos de José De Echave cuya compilación titula «Minería y conflicto social», en el que resalta que los conflictos mineros se desprenden de múltiples incompatibilidades entre sistemas de producción y modos de uso de los recursos naturales; entre diferentes concepciones del desarrollo deseable, entre necesidades y aspiraciones diferentes de sociedades locales, del Estado y las empresas, e involucran otros factores que no permiten resoluciones del tipo ganador-ganador. También se tiene el trabajo de investigación de Karen Eckhardt: «Empresas mineras y población: estrategias de comunicación y relacionamiento», en el que describe los lineamientos de comunicación estratégica que utilizan las empresas como uno de los elementos que componen la responsabilidad social empresarial y la evaluación de éstos a fin de medir su funcionabilidad en los [12) objetivos de establecer y mantenerlas relaciones armoniosas, para garantizar la viabilidad de los proyectos y de la misma inversión social. El trabajo de Juan Aste Daffos: «Procesos de concertación en zonas mineras en el Perú», señala que las diferentes percepciones de los interesados sobre los problemas permiten, a su vez, identificar diversas causas del conflicto y constituye una fuente de información y conocimiento en el diseño de alternativas de solución.
La tesis de Sandra V. Carrillo Hoyos: «Comunidades y minería: la comunicación en el c-:>nflicto», caracteriza los modelos y prácticas comunicativas como expresión de las visiones de desarrollo de los actores involucrados, sus imaginarios y posturas respecto del otro, que contribuyen a la formación de identidad de cada actor en el marco de la relación. En las dos últimas décadas, el Perú ha desarrollado un significativo avance en la exportación y explotación de recursos mineros, tal es así que la minería al ser una actividad extractiva que contribuye si:jnificativamcnte al crecimiento económico de nuestro país, ha tenido por un lado el respaldo legislativo del Estado peruano y por otro se ha notado el incremento de los conflictos de tipo socio ambiental en las comunidades de su entorno directo e indirecto. [13] Desde la perspectiva comunicacional de Habermas, su teoría de la Acción Comunicativa nos permitirá abordar adecuadamente el contexto de cómo es que se desarrollan y se enfrentan los conflicto de tipo socio ambiental, el mismo que se dará a partir de la categorización del plexo de la vida social, con la que se puede dar razón de las paradojas de la modernidad (Habermas 1998).En tal sentido, respecto al caso de la empresa minera Catalina Huanca, se podrá deducir que mediante el planteamiento de Habermas se tendrá un panorama más amplio respecto al tipo de organización y su desenvolvimiento en el contexto social, es decir el relacionamiento que posee dentro y fuera de su unidad operativa.
Sin embargo, al ser una empresa dedicada a la explotación de recursos minerales la hace susceptible a la confrontación de diversos conflictos ligados a las actividades extractivas con las comunidades de su entorno, por lo que en el afán de dar soluciones a los problemas existe un acercamiento a desarrollar un proceso de materialización de las estructuras del discurso , dado que éstos ya no pueden ser interpretados en sentido estricto como procesos de aprendizaje, sino en todo caso como un aumento de las capacidades adaptativas.Cuando Catalina Huanca y las comunidades hagan referencia a los hechos suscitados en el periodo 2013-2014, éstas pueden tener cierto grado de malicia, en el sentido de que en el trayecto se hayan presentado problemas que hieran susceptibilidades, por lo que la fundamentación del discurso hará posible que en el desarrollo de la comunicación ambas partes lleguen a un acuerdo respecto a algo que tiene un lugar en el mundo o espacio en el que se desenvuelven (Habermas 1998: 28). Cabe resaltar que en el desarrollo del proceso comunicacional, existen, en efecto, relaciones internas entre la capacidad de percepción descentrada (en el sentido de Piaget) y la capacidad de manipular cosas y sucesos, por un lado, y la capacidad de entendimiento intersubjetiva sobre cosas y sucesos, por otro (Habermas .1998: 32). Para el caso que estamos estudiando este planteamiento no es ajeno, dado que los trabajos operativos de la empresa se basa en los principios legales para lograr su llamada licencia social de operación, sin embargo están las autoridades comunales ·y comuneros en general que tienen su propia interpretación de los convenios y compromisos firmados entre las partes, [16] hecho que, por un lado, reconocen el principio de legalidad, y por otro, crean una ambigüedad interpretativa del mismo. Un grado más alto de racionalidad comunicativa amplía, dentro de una comunidad de comunicación, las posibilidades de coordinar las acciones sin recurrir a la coerción y de solventar consensualmente los conflictos de acción (en la medida en que éstos se deban a disonancias cognitivas en sentido estricto) (Habermas 1998: 33).
Esto es reforzado por la idea en que los actores, empresa minera y comunidades, se comportan en base a conocimientos previos de los sucesos acaecidos, los mismos que pueden ser favorables como desfavorables, de modo que los otros miembros de su entorno puedé:ln reconocerlos bajo estas percepciones y con ello crean sus propias reacciones ante situaciones parecidas, por ello Habermas plantea lo siguiente: La racionalidad inmanente a esta práctica se pone de manifiesto en que el acuerdo alcanzado comunicativamente ha de apoyarse en última instanci3 en razones Y la racionalidad de aquellos c:ue participan en esta práctica comunicativa se mide por su capacidad de fundamentar sus manifestaciones o emisiones en las circunstancias apropiada (Habermas 1998: 51). Así en el contexto minero, la acción comunicativa de Habermas se desarrolla en las manifestaciones expresivas que pueden ser juzgadas por el grado de veracidad y de acuerdo al contexto en el que la comunicación se rija y por el grado de entendimiento al que lleguen cada una de las partes, de otro lado, éstas ( … ) son ciertamente razones que motiva a los participantes en la comunicación a aceptar una determinada convicción; pero esas razones son [17] concebidas como causas opacas de los cambios de actitud, de cada uno de los actores sociales (Habermas 1998: 51).